
Literalmente, no es una frase hecha ni una exageración: una mujer de 25 años de Birmingham, Reino Unido, y cuyo nombre no ha sido facilitado sufría un extraño trastorno por el cual su corazón sufre una bradicardia (descenso de la frecuencia cardíaca) cada vez que tomaba un sandwich o una bebida gaseosa..
Y no es porque tenga alergia al pan de molde o a las burbujas. Es algo todavía más extraño: sufre de “síncope deglutorio”. Este trastorno (si me he enterado bien) afecta a los reflejos vagales (respuestas que tienen algunos órganos inervados al ser estimulados) del esófago; que repercutían a través de impulsos nerviosos en el corazón y provocaban la bradicardia que hacía que la joven se desmayase.
La afectada llevaba sufriendo estos desmayos desde que tenía los 15 años, pero no sabía a ciencia cierta a qué se debían hasta que el personal del hospital de Birmingham descubrió que en todos los episodios que la chica recordaba había una nota común: un sandwich o una bebida carbonatada. Tirando, pues, de ese hilo llegaron a la conclusión que antes os he detallado (y cuyos posibles errores en su descripción se deben por entero a mí).
El problema, por supuesto, ha sido solucionado con un marcapasos.Pero estoy seguro de que la pobre afectada se lo pensará dos veces antes de llevarse un mixto y una coca al trabajo para almorzar. Le recomiendo que, a partir de ahora, solamente coma un buen plato de salmorejo o una tortila de papas..
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