
Hay quien dice que “eso” está en todas partes, que todo puede ser reducido al más íntimo de los instintos y que, aunque no queramos, éste siempre aflorará al menor descuido..
Por eso pienso…¿qué llevó al jardinero a dar tal forma a los setos?, ¿acaso tenía complejo por no tener un apéndice lo suficientemente grande?, ¿era un “cachondo mental”?, o peor… ¿había pillado a la vecina que estaba más buena de la urbanización haciendo topless mientras llevaba a cabo la tarea?..
Nadie lo sabe a ciencia cierta, pero seguro que ahora mismo hay muchos en el barrio maldiciéndole porque van a necesitar mucha agua con carísima Viagra, para que los setos se mantengan en ese estado..
No hay comentarios:
Publicar un comentario